Si buscas un lugar relajante, tranquilo, hospitalario, tranquilo y lujoso que intente respetar al máximo el impacto del hombre en la naturaleza (huerto, gallinas, productos locales) en plena naturaleza, este es el lugar perfecto.
Te encontrarás en el corazón de un olivar que se extiende sobre casi 7 hectáreas. La empresa produce su propio aceite de oliva, que ha sido galardonado en repetidas ocasiones con el título de mejor aceite de oliva del mundo.
Se trata de un hotel que merece ser llamado hotel famoso y cuya calidad de servicio supera a algunos hoteles franceses de cinco estrellas.
El servicio es profesional, amable y servicial, sin ninguna pretensión.
La habitación es sencillamente magnífica y el entorno es impresionante.
Los platos que sirve el chef Yann Berger este año son exquisitos, elaborados con productos locales, verduras, aceite de oliva y pescado fresco de la pesca diaria (y salvaje)
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